Gremial de traficantes de cigarros, en alerta

En estas última semanas, los uruguayos han sido bombardeados con noticias sobre la lucha que lleva adelante su gobierno contra el narcotráfico. Poco se ha sabido, en cambio, de la otra campana: la que se ve perjudicada por esta batalla.
Es de público conocimiento que en el departamento de Canelones fueron incautados cerca de 900 kilos de cocaína, cifra que se sumó a los 600 kilos exportados a Francia y el récord de 4.500 kilos despachados a Alemania. Se trata de números que podrán alegrar a las autoridades pero que no consideran a los trabajadores nucleados en la Gremial Única de Traficantes de Cigarros y Afines (GUTRACIA), quienes en un comunicado de prensa expresaron su «creciente miedo» de que no se pueda abastecer el mercado local.
El consumo de «merca», como se conoce popularmente a la cocaína, está notoriamente ligado a la compra de cigarrillos de baja calidad o «truchos», como se los refiere en la jerga. La actividad correría riesgo si esas cantidades industriales de «camerusa» (otro apelativo para la cocaína) aprehendidas siguieran destinadas al exterior y no al país; las pérdidas de puestos de trabajo serían inminentes y también el producto se echaría a perder.
Según datos de la Oficina de las Naciones Unidas para la Droga y el Crimen (UNODC), la web Recovery Brands diseñó un mapa interactivo que permite comparar el consumo de drogas y los problemas vinculados a él en los distintos países del mundo. En 2015, de acuerdo con la fuente citada, Uruguay se ubicaba en el puesto #6 en consumo de cocaína. Según GUTRACIA, sin embargo, Uruguaya se ubicaba segundo, después de Paraguay, gracias a la venta de cigarrillos de baja calidad.
“Acá los muchachos tamos bastante cagados, que la que tomaban Maradona y el Negro Olmedo (otro apelativo para la cocaína) no llegue a nuestros compatriotas nos corta las piernas”, dice Alberto, afiliado a GUTRACIA, vendedor de cigarrillos de baja calidad en la Avenida Agraciada del Prado montevideano, quien agrega que «nosotros le vendemos a almacenes también, veinticuatro horas, supermercados chicos del interior… y ahora no sabemos qué va a pasar, ¡no sabemos qué va a pasar con nuestro trabajo!”.
“Acá los muchachos tamos bastante cagados, que la que tomaban Maradona y el Negro Olmedo (otro apelativo para la cocaína) no llegue a nuestros compatriotas nos corta las piernas”
Alberto, afiliado a Gremial Única de Traficantes de Cigarros y Afines (GUTRACIA), vendedor de cigarrillos de baja calidad en la Avenida Agraciada del Prado montevideano.
Por lo pronto, y acorde a lo que pudo saber este medio, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), órgano al que GUTRACIA dirigió su misiva (publicada en un grupo de compra y venta en la red social Facebook, dicho sea de paso) aun no dio respuestas al planteo.
El Cascote News tuvo el placer de hablar con Alberto pero la charla fue interrumpida abruptamente ya que, en un confuso episodio, mientras conversábamos él tomó el bolso en el que guarda su oferta y salió corriendo. Deseamos que esté bien y deseamos que este trágico momento por el que están pasando él y todos sus compañeros sea superado rápidamente; ¡que las esperanzas de encontrar una solución al conflicto no se hagan humo!