Montevideano camina por la peatonal Sarandí y logra esquivar a los de Médicos Sin Fronteras

Foto: espiritu-viajero.com
El hecho ocurrió hace instantes. Mientras caminaba por la peatonal Sarandí, famoso paseo de la Ciudad Vieja de la capital uruguaya, un montevideano que no quiso revelar su nombre divisó a lo lejos, próximo a la plaza Matriz, a un grupo de jóvenes perteneciente a Médicos Sin Fronteras, quienes acechaban a todo aquel que se les acercara, tal cual el juego infantil “Martín Pescador”.
Diego Casillego, testigo del hecho, narró a El Cascote News lo sucedido: “yo taba ahí, tranqui, en la mía, campaneando el local de cobranzas cuando lo veo y digo: ‘pah, firme que este le empieza a comer oreja’… majinate, yo taba acá, achicando con la moto que mi ñery saliera de hacer un retiro, ¿sacá?; y estos meta chamuyarme pa que colabore… ¡no, cabeza! Picá de acá que te tiro corte y no con la moto; bueno, tonce lo veo y corte que mira así y empieza a caminar… ‘este está flasheando’, digo yo; y no, ¡pasó caminando por el medio! Cuando lo vieron, lo empezaron a correr… me pongo las manos en la saviola y le digo: ‘¡no, ñery! ¡Corré que te llevan!’, y ahí metió tremendo pique hasta la Escollera más o menos».
“yo taba ahí, tranqui, en la mía, campaneando el local de cobranzas cuando lo veo y digo: ‘pah, firme que este le empieza a comer oreja’… majinate, yo taba acá, achicando con la moto que mi ñery saliera de hacer un retiro, ¿sacá?; y estos meta chamuyarme pa que colabore… ¡no, cabeza! Picá de acá que te tiro corte y no con la moto…»
Diego Casillego, testigo del hecho.
Al parecer, los presentes quedaron anonadados frente a la situación y algunos hasta propusieron juntar firmas para levantar un monumento en homenaje a este valiente y audaz oriental, cuyo nombre desconocemos y que solo será revelado… por las voces anónimas.