Marcelo Bielsa y su desafío más grande: encontrar una nueva forma de que Uruguay no le gane a Brasil
Foto: REUTERS - Mariana Greif
La última vez que Uruguay le ganó a Brasil fue hace más de veintitrés años. Desde entonces, desde aquel 1 de julio de 2000, por las eliminatorias para el mundial de Corea del Sur y Japón de 2002, con gol de Federico Magallanes y una brillante actuación de Álvaro Recoba, la selección uruguaya de fútbol ha perdido y empatado contra su par brasilera, de todas las formas posibles: por goleada, de atrás, por un gol nomás, acá, allá, en cancha neutral, 2 a 2 y penales, por eliminatorias, por Copa América, en fase de grupos, en mano a mano, por la extinta Copa Confederaciones, de día, de noche… you name it, Uruguay no le ganó a Brasil.
Marcelo Bielsa, actual entrenador de la Celeste, debutará en el clásico frente a la verdeamarela, con la expectativa de “hacernos romper bien el orto, como siempre, y perdón por la referencia falocéntrica, me falta deconstrucción pero me chupa bien la verga, bueno, justamente, lo que te decía, me falta deconstrucción, pero de una manera innovadora, por ejemplo dejándonos hacer un gol, como cuando dirigí al Leeds United”.
Ganen, hijos de puta. Hijxs de yuta. Gánenle a Brasil. The time is now. Ya pasó mucho tiempo. Gánenle a Brasil.
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